Uno de los máximos exponentes de la literatura peruana es Mario Vargas Llosa, quien no solo se dio a conocer por su rol en la escritura sino también por su participación política. Te recomendamos libros.eco para comprar libros usados de Vargas Llosa.

Es considerado un ícono de la escritura latinoamericana, recibiendo diversos honores a lo largo de su trayectoria, incluyendo el premio Príncipe de Asturias de las Letras en el año 1986, y en Premio Nobel de Literatura en el 2010.

Sus obras le permitieron al mundo conocer al estilo de vida en Latinoamérica, y muchos lo catalogan como uno de los mejores novelistas a nivel internacional por su singular forma de narrativa humanista.

Entre sus títulos más notorios se encuentran La ciudad y los perros, Conversación en la catedral y La casa Verde, todas publicadas en la década de los 60. Sin embargo, este autor no solo escribía novelas.

También trabajo en una amplia gama de producciones teatrales que permitieron darle un nuevo giro en popularidad a sus historias.

Su fama se debe en gran parte a la combinación de diferentes estilos literarios presentes en sus obras, que logran satisfacer a todo tipo de gusto, sin importar la edad ni la procedencia del lector.

Aunque muy aplaudido y querido como escritor, es poco lo que se suele recordar de Mario Vargas Llosa como persona. Por lo tanto, te preparamos un post con los 5 datos curiosos más importantes de la vida y obra de este importante autor.

1.  Amor por el deporte

Mario Vargas Llosa no temía demostrar sus pasiones en sus escritos y en su vida. Uno de los más grandes amores de su vida fue el fútbol. Esto puede verse evidenciado en algunos de sus trabajos, tales como Pez en el agua.

En este escrito lleno de nostalgia, Llosa reflexiona acerca de su infancia y el nacimiento temprano de su pasión por el equipo futbolista peruano.

De hecho, el escritor ha continuado acudiendo a los partidos en los que la selección del equipo de su país natal juega. En el año 2009, Llosa se hallaba entre la audiencia de la final del fútbol en Perú.

El comentarista notó su presencia y lo señaló, lo que le otorgó al escritor una ola de aplausos de parte del público en el estadio.

2.  Inconformidad laboral

Aunque hoy en día es un autor altamente remunerado, en su juventud, Mario cambió hasta 7 veces de empleo como respuesta a la insatisfacción económica que le impedía invertir en darse a conocer en el mundo literario.

Su mayor deseo siempre fue poder sustentarse de manera tal que escribir y publicar sus obras fuera una posibilidad. Sin embargo, le costó muchas labores para reunir el dinero suficiente y adentrarse en la escritura al 100 %.

En aquél momento, se encontraba en su primer matrimonio y, además, aún estaba estudiando. A través de sus estudios, pudo participar en diferentes diarios, lo cual le permitió la entrada a la escritura, solo que mediante el periodismo.

3.  Participación presidencial

Ya que se había alzado como una figura importante en la política de Perú, no fue sorpresa que decidiera participar como candidato en las elecciones presidenciales peruanas del año 1990.

Mario Vargas Llosa reunió a seguidores de su campaña presidencial gracias a su vasto conocimiento en el mundo de la política. La batalla para llegar a la presidencia estuvo muy reñida.

Aun así, fue vencido por Alberto Fujimori con el 60 % de los votos, por lo que fue este quien se convirtió en el presidente de aquella época y no Llosa.

4.  Trabajo actoral

Aunque el reconocimiento de Mario Vargas Llosa se debe a su trabajo como escritor, también ha participado en obras de teatro como actor.

Sus roles actorales incluyen a sus propia obras “Las mil noches y una noche” y “Los cuentos de la peste”.

5.  Controversia con Gabriel García Márquez

Mario Vargas Llosa era gran amigo con otro grande de la literatura latinoamericana, Gabriel García Márquez.

No obstante, el aspecto más resaltante de su relación fue una ocasión en la que García Márquez se acercó a saludar al autor peruano y este le respondió con un golpe en la cara.

Se rumorea que el motivo del altercado fue por unas palabras descorteces que García Márquez le dirigió a quien era esposa de Llosa en aquél momento.