La pérdida de apetito en los ancianos es un problema común que puede tener muchas causas. Es importante tomar medidas para ayudar a la persona a recuperar el apetito y a mantener una dieta equilibrada.
En este artículo te damos consejos prácticos para afrontar este problema y ayudar a tu ser querido a comer mejor. Descubra consejos sencillos y eficaces para estimular el apetito y garantizar una buena nutrición en las personas mayores.
Consecuencias de la pérdida de apetito en los ancianos
La pérdida de apetito en los ancianos puede provocar graves consecuencias, incluida la desnutrición. Dependiendo de su nivel de autonomía, hasta siete de cada diez personas pueden verse afectadas por este fenómeno.
La desnutrición puede tener un impacto significativo en la salud de las personas mayores, debilitando su sistema inmunitario, aumentando el riesgo de caídas y fracturas, y provocando una pérdida de masa muscular. Por tanto, es crucial tener en cuenta la pérdida de apetito en los ancianos y aplicar medidas para prevenir la desnutrición.
Causas y factores de riesgo de la pérdida de apetito en los ancianos
Entre las diversas causas posibles de la pérdida de apetito en los ancianos, la soledad desempeña un papel importante. De hecho, comer solo puede reducir el placer que se siente al comer y provocar una disminución del apetito.
Además, dificultad para masticar o tragar a menudo relacionada con problemas dentales o trastornos de la deglución, también puede provocar una pérdida de apetito. La falta de imaginación a la hora de variar las comidas también puede influir, haciendo que las comidas resulten monótonas y poco apetecibles. Por último, pero no por ello menos importante, enfermedad, depresión y ciertos medicamentos también pueden contribuir a la pérdida de apetito en los ancianos.
Estrategias para estimular el apetito en los ancianos
Para estimular el apetito de los ancianos, es esencial ofrecerles alimentos que les gusten y les produzcan placer. Añadir condimentos, especias o hierbas aromáticas también puede ayudar a realzar el sabor de los platos y estimular su apetito. Recomendamos evitar los alimentos insípidos o difíciles de masticar que pueden disuadir a las personas mayores de comer.
Dividir las comidas en raciones más pequeñas y frecuentes también puede ser una buena estrategia para aumentar la ingesta de calorías. Por último aumentar la ingesta de proteínas en su dieta puede ayudar a mantener la masa muscular y la salud en general.